jueves, 26 de abril de 2007

1º Parte ..."¿Creéis que puedo hacer esto?"...

En estos últimos años he podido aprender de la Palabra de Dios junto a otros hermanos en Cristo, que desde el punto de vista practico del vivir cristiano seria importante entender y aceptar la realidad espiritual de: Que las cosas grandes de Dios, sus promesas, comienzan desde algo pequeño. Para entender esto pensemos lo siguiente: que para ver en nuestras vidas cualquier promesa de Dios, para que el pueda realizarlas, de nuestra parte El nos invitará que actuemos sobre algo simple y posible para nosotros, una acción pequeña: Creer. Un ejemplo de ello es la gran realidad y promesa de Dios del nuevo nacimientoLeamos en el libro de Romanos

Romanos 10:9
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Romanos 10:10
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación

La Palabra de Dios nos dice que para ser salvo, para recibir la salvación de Dios, comienza en la vida de cualquier hombre tan solo por la acción o participación simple de aceptar, el creer con el corazón , genuinamente, que Jesús es el Señor de su vida, que él es su Señor y para todos los que le hemos aceptado como tal este fue el comienzo para poder ver el despliegue del gran poder de Dios en nuestras vidas, la total bendición con que nos bendijo... Con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo... como dice Efesios 1 :3

Así podemos ver que haciendo algo tan simple, por nuestra acción sencilla de creerle, por nuestro libre albedrío, Dios podrá realizar aquellas cosas grandes que Su Voluntad nos enseña.
Este principio esta en toda la Biblia donde la participación o la acción simple de los hombres que quisieron relacionarse con Dios ,"su fe", fue siempre necesaria para la realización de la gran acción de liberación del poder de Dios.
Leamos ahora de los Evangelios como un par de hombres que teniendo la oportunidad de tomar contacto con la vida y ministerio del Señor Jesucristo pudieron "VER" el poder de Dios en ellos

Mateo 9:27
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!

Mateo 9:28
Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.

Mateo 9:29
Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.

Mateo 9:30
Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.

Mateo 9:31
Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.

Después de años de leer varias veces este mismo pasaje de Escritura nunca me había percatado de algo (que en estos últimos tiempos golpea muy fuerte en mi corazón, como un gran campanazo de atención) en un detalle sorprendente , que me llama la atención cada vez que lo leo, no tan solo por lo que es dicho sino por "quien lo dijo".
Observemos que le respondió Jesús a estos dos hombres ciegos que le habían seguido hasta la casa y que le gritaban insistentemente: ...¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!... Jesús les respondió a estos dos hombres ciegos: ...¿Creéis que puedo hacer esto?... .¿Qué es lo que quiso decir Jesús con esto?.

Cuando uno lee los contextos anteriores a este relato podemos observar todas las enseñanzas del: así llamado “Sermón del Monte” , y luego de bajar del monte Jesús sana a un leproso, al siervo de un centurión, a la suegra de Pedro, luego subiendo a una barca, Jesús calma la tempestad “reprendiendo a los vientos y al mar ”, mas tarde al llegar a la orilla del mar, echa fuera a espíritus diabólicos de “los endemoniados” Gadarenos, también sana a un paralítico, y cuando va de camino para resucitar de los muertos a la hija de un tal principal llamado Jairo, una mujer, de entre la multitud que se le amontonaba a su alrededor, mientras El iba de camino, es sanada de una enfermedad crónica "tan solo" por tocar la punta del manto de Jesús y luego de todas estas cosas cuando volvía de resucitar a la hija de Jairo, dos ciegos le siguieron dando voces tras él mientras iba de camino para su casa diciéndoles: ...¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!... .

Bueno, es muy fácil deducir que les estarían pidiéndoles estos dos hombres “CIEGOS” al Señor Jesucristo al decirle:... Ten misericordia de nosotros... pues cae de maduro. Y parecería que con todo lo dicho anteriormente Jesús les respondió : ¡Ah!¡ Caramba! Y rascándose la cabeza les pregunto ¿ Y yo podré hacer esto que ustedes me piden ? . ABSOLUTAMENTE ¡NO! No es esto lo que quiso decir y estudiando cuidadosamente las palabras en La Palabra de Dios podremos ver cuan lejos estuvieron de este tipo de pensamiento tanto Jesucristo como en los dos hombres que eran ciegos y como ellos comprendían que las grandes cosas de Dios, Sus promesas, eran hechas realidad con la acción o participación simple y posible que Dios había establecido para ellos y para todo aquel que le amara , el CREER en las promesas de su maravillosa Palabra.

CONTINUA....

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